lunes, 27 de abril de 2009

Donde quiero que esparzan mis cenizas

Mi segundo hogar en Madrid tiene un proyector de cine magnificamente encarado a una pantalla de unas 100 pulgadas rodeada de estupendos sofás que hace las delicias de aquellos que la visitan, quienes no pueden más que decir: "Con esto no hace falta ir al cine". Qué pringaos amigos.

Presentamos The Alamo Drafthouse:



Efectivamente, si te quieres apretar las mejores hamburguesas que he probado en esta ciudad, tienes que ir al Alamo. Si estiras tus piernas y no puedes tocar la butaca de enfrente, si el de al lado no te mete el codo en tu cerveza aunque lo intente, la pantalla es el doble de grande que en los Renoir y en cualquier momento se puede desatar un holocausto zombie, you are at the Alamo man. Parece que El Flaco tiene acciones de este sitio, pero en verdad en verdad os digo que me tiene enamorao. Porque si sólo fuera por la posibilidad de seguir cebándote, las doce patas de pollo frito por sólo 7,99$ en el Popeye´s serían mejor negocio. Pero aparte de darlo todo como es la marca de la casa aquí, estos tipos son unos freaks del cine y encima lo disfrutan.

Los anuncios que te conminan a cerrar la puta boca y apagar el móvil los protagonizan los mismos trabajadores del cine que antes te han acomodado y ahora te suministrarán tu ración de grasa. Aquí el tipo que realmente estaba en la taquilla hace cinco minutos da la voz de alarma. Cuidando los detalles, siempre cuidando los detalles. La sesión empieza 45 minutos antes de la película, con proyección de cualquier cosa vagamente relacionada con lo que vas a ver. Si es una chinada, chinadas varias. Si es El Padrino II, un resumen de la uno, para abrir boca mientras vienen los penne rigate que, sólo por ser hoy, son el plato especial de la carta. Yes man, da fucking* Godfather en pantalla grande. Y El pequeño Frankestein, La vida de Brian, un ciclo de Fritz Lang así porque sí, caspa setentera a tutiplén, gore, Tiburón y lo que te rondaré morena. Y si no te gusta ninguna, el jueves te llevas un cd con lo que quieras ver y se vota la peli entre todos los asistentes. Y si quieres batir tu record todos los sabados desde hace tres años The Rocky Horror Picture Show, en sesión vociferante con todo el público cantando a coro. Ayer El Halcón Maltes en sesión SOLO para fumadores. ¿Dónde? En el puto jardín del dueño. Grande. Y este hombre al que no puedo ir de aquí sin besar en los morros se pagaba las cervezas, el vino, y unos puros de 20 cm para todos los enajenados que pasamos el sábado tumbados en el cesped, enganchados a una pantalla hinchable gigante, echando humo por la boca y por las patillas de nuestras gafas de pasta sin importarnos que los chicos del equipo de rugby que pasaban mirándonos atónitos nos llamaran soplapollas por afirmar que The Alamo Drafthouse está hecho de....

No, mejor dilo tú Humprey:











El Flaco estaba de acuerdo con Peter Griffin, pero a veces hace falta salir del terruño o una pantalla tan grande como tu plato de pasta para darse cuenta de las ciertas cosas.



Me retracto, joder, me retracto.

5 comentarios:

  1. Nunca.

    Mantengo la griffinada. no es para tanto. Don't believe the hype.

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  2. Joder se te ve en toda tu salsa.
    Por cierto, me duele eso de "segundo hogar en Madrid". Ya será el tercero!.

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  3. Ostia....qué bien suena tooodo!!!!

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  4. El teléfono de casa ya no suena!!! bien!!!

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  5. Tengo que ir al Álamo man!

    Como sea

    tiene q ser genial!!!

    Sigue así Man. Be superhappy!!!

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